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ANTOLOGIA DIDÁCTICA PROSA SIGLO XIX

No hay nada de original en esta propuesta que planteo. Sigo la senda de los muchos que, remando contra la corriente, encuentran en la lectura de los clásicos un diálogo fecundo que nutre la enseñanza de la literatura y el humanismo. Es un camino arriesgado, pues apela a la inteligencia y al esfuerzo de los alumnos, va en sentido opuesto al de una boyante literatura juvenil de consumo y reclama para el profesor un papel distinto a aquel al que le aboca la presión de unos planes de estudio efímeros junto a unas condiciones laborales cada vez más penosas; es decir, el de animador cultural y vigilante.